La infinita limitación del ser humano al encontrarse en esa inmensidad del espacio de cuya "conquista" se ufana fue la premisa con la que por varios meses esperé el estreno de Gravity (Gravedad), la cinta en la que Alfonso Cuarón, quien también escribió (junto a su hijo) y produjo, da cuenta de su creciente talento y, particularmente, de la excelente forma en la que se encuentra a doce años de sumarse a las grandes ligas de la cinematografía mundial con su afamada propuesta Y Tu Mamá También.
En esta ocasión nos muestra a una Sandra Bullock que a lo largo de hora y media hace gala de su experiencia para identificarnos de lleno con la fragilidad de Ryan Stone en su primera misión al espacio, misma que se verá afectada por un evento que en principio se muestra como un suceso aislado, sin consecuencias para el resto del conjunto de artefactos que el hombre ha puesto en la órbita terrestre durante las últimas décadas.
Comandando la misión tenemos a Matt Kowalski quien a pesar de ser un veterano del espacio no podrá evitar que la historia de su tripulación y la suya propia cambien de curso, pero serenamente hará lo necesario para garantizar que Stone sobreviva.
Entre los numerosos aspectos que puedo destacar se encuentra la banda sonora a cargo de Steven Price (Batman Begins, Lord Of TheRings: The Return Of The King...), la cual me animo a decir que es una de las mejores que he escuchado en lo que va del año y en mucho tiempo, eficazmente amarrada a la historia y capaz de impactar a lo largo de ella. Los efectos especiales y visuales no fueron un distractor como suele ocurrir con otras realizaciones del género resultando creíbles en gran medida, mismo caso lo que respecta al sonido, en el cual se aprovechó la versatilidad del sistema Dolby Atmos, que se utilizó por primera vez hace poco más de un año como el formato de audio para la cinta animada Brave.
No me extiendo más para no adentrarme en el argumento y otros aspectos que arruinen su experiencia e impidan que se acerquen a las salas de cine a disfrutar esta obra maestra del cine, añadiendo quizás, como un toque personal, ese momento de deleite en el que se ve con lujo de detalle el desprendimiento de las partes de las legendarias Soyuz, algo que no recuerdo haber visto en alguna otra película. Y, como cierre, seguramente recordarán a Wall-E en uno de los pasajes finales.
En conclusión, diría que, entre las buenas opciones que hay para disfrutar del cine este fin de semana, Gravity (Gravedad) se sitúa como la mejor del momento, razón por la que se ha mantenido como la más taquillera en los Estados Unidos con más de US$136 millones recaudados a la fecha. No está de más anticipar que seguramente la veremos con algunas nominaciones a los Premios de la Academia.